Nota sobre el Acogimiento Familiar en la Nacion:com

Abrazar: el acogimiento familiar como alternativa
Consiste en brindar al niño un espacio de amor y cariño por un tiempo determinado, dentro de un fuerte respeto por la identidad y la recomposición con sus orígenes
Sábado 24 de julio de 2004 Publicado en edición impresa

Los Nobile juegan y cuidan del bebe desde hace tres meses. Foto Alejandro Chaskielberg
La Convención sobre los Derechos del Niño, de las Naciones Unidas, sostiene: "El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión".
Muchas veces y por diversos motivos, los chicos deben ser apartados de su ámbito familiar en forma temporal o definitiva. En estos casos, y para preservar la necesidad natural de vivir en familia, en vez de derivarlo a un hogar o instituto de menores, se puede elegir la alternativa del acogimiento familiar.
Consiste en brindarle un espacio en familia, por el tiempo que sea necesario, favoreciendo la recomposición con sus orígenes desde un marco de respeto de su identidad.
"El acogimiento familiar es una práctica que busca ejercer el derecho a la convivencia familiar y comunitaria de cada persona. Siempre que se puede y que sea lo mejor se intenta que el chico regrese con su familia biológica", explica Matilde Luna, magister en Minoridad y Familia, especialista en acogimiento familiar.
Las causas de separación del niño de su familia original son diversas: pobreza, violencia, negligencia, maltrato, falta de vivienda, encarcelamiento de los padres, problemas de salud mental y adicciones, entre otras.
El acogimiento no rompe vínculos con la familia biológica y no supone un paso previo a la adopción. "Consideramos que el acogimiento familiar no es anticipo de la adopción ni tampoco una simple medida de asistencia que sólo da respuesta a la situación emergente. El acogimiento familiar debe tender a modificar las dificultades de fondo que hacen imposible que los niños puedan vivir con su mamá y su papá", explica María Elvira de Nicora, vicepresidenta de la Fundación Emmanuel.
Desde esta fundación, 17 familias trabajan criando a 26 chicos con una actitud complementaria y no sustitutiva. En el último año lograron evitar la institucionalización de 82 chicos desde el marco del acogimiento familiar y el acompañamiento a la familia en dificultad.
"En un momento llegamos a tener en casa 11 niños, entre los que se encontraba un grupo de 8 hermanos. Hoy tenemos cinco chicos, tres de los cuales poseen discapacidades severas", cuenta Nicora.
El acogimiento supone la integración plena del niño en la vida de la familia que lo acoge, que se compromete a tenerlo consigo, cuidarlo, educarlo como si fuese un miembro más. Puede ser por un tiempo determinado o que el niño madure en esa familia hasta que logre independizarse.
Ventajas y desventajas
Las ventajas del acogimiento familiar son numerosas: el chico se desarrolla en un ambiente de amor, establece vínculos, tiene referentes, aprende rutinas diarias y tiene un mayor contacto con la comunidad.
La desventaja reside precisamente en lo provisional del acogimiento y las largas estadas, que muchas veces desembocan en casos de apropiación, interfiriendo en la relación del menor con su familia biológica.
Para que la situación económica de la familia de acogida no se vea reducida, y para que todo tipo de familias con más o menos recursos pueda acceder al acogimiento es recomendable que el mismo sea remunerado.
En el Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia funciona el Programa de Acogimiento Familiar de Primera Infancia (ex Amas Externas), que brinda contención familiar transitoria a niños y niñas hasta 5 años, derivados por los juzgados de Menores.
El Programa de Acogimiento Familiar Transitorio de Segunda Infancia y Adolescencia (ex Pequeños Hogares) proporciona atención familiar transitoria a niños de entre 5 y 12 años, adolescentes y grupos de hermanos que por distintas razones no pueden permanecer en su medio hasta que se defina su destino definitivo.
El Movimiento Familiar Cristiano nació en noviembre de 1948 --uno de sus servicios son los Hogares de Belén--, centrado en la problemática de los niños con dificultades familiares o en situación de adopción.
"El matrimonio que actúa debe tener hijos propios en edad de entender y aceptar la llegada y partida del niño en tránsito. Mientras que en años anteriores atendíamos en el nivel nacional entre trescientos y cuatrocientos niños por año, hoy el número se ha reducido a un tercio", explica Pablo Caballero, integrante del movimiento.
En la actualidad, el servicio funciona en once diócesis, es totalmente gratuito y se reciben donaciones de las parroquias para colaborar con las necesidades de cada chico o familia.
"Nosotros tenemos siete hijos propios a los que desde el principio les explicamos nuestra intención de comenzar a acoger otros chicos, y la experiencia siempre fue excelente", relata Carlos Nabaiz, coordinador del programa en la Arquidiócesis de Buenos Aires.
Desde Familias de Esperanza, numerosos matrimonios, que no perciben remuneración alguna, reciben niños en su casa, dándoles amor y mucho cuidado.
"La salud física y mental del menor está supervisada en forma permanente por profesionales: médicos, psicólogos, asistentes sociales, fonoaudiólogas y odontólogos que colaboran con la institución", dice Vicky Acosta, presidenta de la institución.
En la actualidad cuentan con un promedio mensual de 85 niños derivados de distintos juzgados y del Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia.
Por su parte, la Fundación Camino del Sol, de González Catán, hace 6 años que aplica el acogimiento familiar, brindando contención a más de 20 chicos.
Surgió como respuesta a los extensos plazos que los chicos pasaban en el hogar que tenía la fundación y trabajan el acogimiento desde el respeto a la identidad del niño.
Micaela Urdinez
http://www.caminodelsol.org.ar/
http://www.emmanuel.org.ar/
mfc.org.ar
hogares.htm
familiasdeesperanza@uolsinectis.com.ar
La suma de experiencias
El Coloquio Internacional sobre Acogimiento Familiar se realizó en Río de Janeiro, entre el 12 y 14 de abril último. Impulsado por la organización no gubernamental Terra dos Homens, el Ministerio Público de Río de Janeiro, la Pastoral do Menor, Unicef Brasil y Grape de Paris, se logró que alrededor de 350 personas participaran de las conferencias.
El encuentro tuvo como principal objetivo divulgar y debatir el acogimiento familiar como una modalidad de soporte para los chicos que por alguna razón se encuentran desprotegidos.
El derecho a la convivencia familiar y comunitaria de los niños y adolescentes, las políticas públicas en relación con la temática y las experiencias en el mundo fueron algunos de los temas tratados.
Por su parte, la Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar es una iniciativa de la Organización Internacional de Acogimiento Familiar (IFCO), nacida durante la última Conferencia Internacional de IFCO en la Argentina, en julio de 2003.
La misión es brindar todo su apoyo y experiencia con el fin de poder implementar programas de acogimiento familiar en todos aquellos países latinoamericanos donde la temática aún es poco conocida.